Las
funciones de la tecnología son los usos útiles de la
tecnología, y se relacionan transformando el entorno humano para adaptarlo mejor a las
necesidades y
deseos humanos. Además, en ese proceso se usan
recursos naturales (por ejemplo, aire, agua, materiales ó fuentes de energía), personas que proveen la información, mano de obra y mercado para las actividades tecnológicas. Y en el proceso de transformación del mundo que nos rodea construyen un
mundo artificial, provocando grandes consecuencias sociales y ambientales.
El principal ejemplo es la utilización de la tecnología en su función para la construcción de un mundo artificial, y en la función de herramienta de transformación del medio son las
ciudades, construcciones completamente artificiales por donde circulan productos naturales, como el aire y agua, que son alterados durante su uso. La tendencia, aparentemente irreversible, es al aumento sostenido de la
urbanización del planeta. Se estima que en el transcurso del año 2008 la población mundial urbana superará a la rural por primera vez en la historia,
1 2 lo que ya ha sucedido en el siglo XX para los
países más industrializados. La razón es que las ciudades proveen mayor acceso a formas de satisfacer nuestras necesidades, pues en ellas existe una mayor variedad y cantidad de servicios esenciales destinados a las personas, puestos de trabajo, comercios, seguridad personal, formas de entretención y acceso a servicios de salud y educación.
En la
prehistoria, las tecnologías han sido usadas para satisfacer
necesidades esenciales (alimentación, vestimenta, vivienda, protección personal, relación social, comprensión del mundo natural y social), y en la historia también para obtener placeres corporales y estéticos (deportes, música,
hedonismo en todas sus formas) y como medios para satisfacer deseos (simbolización de estatus,
fabricación de armas y toda la gama de medios artificiales usados para persuadir y dominar a las personas).